|  Desde la huelga del 
        sector publico en Francia de 1995, Europa ha vivido su propia versión 
        de la rebelión de Shays con las movilizaciones contra los Consejos 
        europeos, como expresión de la globalización capitalista, 
        y la resistencia sindical contra las reformas neoliberales impulsadas 
        desde Bruselas, primero en nombre del Pacto de Estabilidad y después 
        de la flexibilidad del mercado laboral y la reforma del sistema de pensiones. 
        The Economist (28 de junio del 2003) dedicaba un artículo, con 
        el título “Los peligros de la Europa política”, 
        a comentar esta revuelta social que era el escenario de fondo de los debates 
        de la Convención europea:   “Los manifestantes, a pesar de toda la violencia 
        que les acompaña y la naturaleza incoherente de sus quejas, tienen 
        una agenda reconocible. Como dicen sus pancartas, estan contra la “Europa 
        del Capital” y a favor de la “Europa social” (…) 
        Aunque muchos puedan menospreciar a los manifestantes como una banda de 
        drogotas y anarquistas, las encuestas sugieren que sus exigencias de una 
        “Europa más social” cuenta con un amplio respaldo. 
        En un reciente Eurobarómetro, el 90% de los ciudadanos europeos 
        dice que “la lucha contra la pobreza y la exclusión social” 
        debe ser la primera prioridad de la Unión, frente al 63% que considera 
        que debe ser el “éxito de la moneda única” o 
        el 31% que piensa que debe ser la ampliación (…) ¿Qué 
        ocurriría si los votantes dejan de aceptar que las reformas impulsadas 
        por la UE son ejercicios tecnocráticos para el bien común 
        europeo y empiezan a verlos como decisiones muy políticas sobre 
        las que tienen muy escaso control democrático (…) Hay señales 
        de que esto es precisamente lo que esta empezando a ocurrir. A comienzos 
        de los 90, el 72% de los ciudadanos europeos consideraba que la pertenencia 
        de su país a la Unión era “algo bueno”; hoy 
        solo lo piensa el 54%”.  La clave para que esta revuelta incipiente tome cuerpo 
        y se proyecte en la vida política europea con su propio programa 
        independiente depende sobre todo de que se rompa la cadena ideológica 
        que ha mantenido atada a sectores importantes del sindicalismo europeo 
        a las Comunidades Europeas desde sus inicios y a la UE después. 
        Una cadena cuyo eslabón más débil es el mito de un 
        “modelo social europeo” basado en el pacto y la cogestión 
        social con los grandes sindicatos de la CES, que sería el fundamento 
        del estado de bienestar europeo y que permitiría una redistribución 
        mayor de la renta en la UE en comparación con EE UU o Japón. 
        Y la conclusión estratégica de ese mito –cuyo origen 
        histórico es la correlación de fuerzas real tras la lucha 
        antifascista en la II Guerra Mundial en los 50 y la oleada de luchas a 
        finales de los 60 y comienzos de los 70- es que es posible nuevas reformas 
        sociales si, con la presión social y el lobby en la UE, se pueden 
        comunitarizar los temas sociales de la misma manera que ya hoy lo están 
        los temas económicos y utilizar a la UE de gran nivelador social 
        en Europa.  La convicción de que esta estrategia reformista 
        del “sindicalismo europeísta” ha fracasado y es un 
        callejón sin salida comienza a extenderse en el marco de las reformas 
        neoliberales impulsadas por la Comisión y que han tenido como respuesta 
        una cadena de huelgas generales sectoriales y nacionales en un número 
        muy importante de estados miembros. El debate actual en el IGM alemán, 
        el sindicato más poderoso de la UE, tras el fracaso de la huelga 
        por la extensión de los derechos laborales a la antigua Alemania 
        del Este, es todo un símbolo de esta situación. Porque para 
        impulsar las reformas neoliberales del “Espíritu de Lisboa”, 
        los gobiernos, sean conservadores o social-demócratas y verdes, 
        necesitan dividir al movimiento sindical y cooptar a un sector importante 
        de la burocracia sindical para evitar la generalización de la resistencia. 
        Las dificultades de Schroder en Alemania son conocidas, pero también 
        las de Blair en Gran Bretaña, donde en los últimos años 
        distintas corrientes de izquierda sindical están desbancando a 
        las direcciones “blaristas” en las elecciones sindicales, 
        o en Austria, que ha vivido su primera huelga general en 50 años, 
        para no hablar de Italia o Francia.  En este sentido, el borrador de Constitución de 
        la Convención cierra las puertas a cualquier esperanza de que la 
        estrategia del “sindicalismo europeísta” sea factible 
        como estrategia, porque hace ley el modelo de gestión económica 
        neoliberal y sigue confinando en los estados miembros la cuestión 
        social. La FGT de Bélgica ya ha denunciado este carácter 
        de la Constitución europea y ha llamado a una campaña de 
        defensa de los derechos sociales y democráticos de los trabajadores 
        europeos.  Los temas europeos han estado como tal ausentes en buena 
        parte de las preocupaciones del movimiento contra la globalización 
        capitalista. Pero en los próximos meses, bajo la intensa propaganda 
        de los medios de comunicación, subvencionados por los estados miembros 
        y la UE, los ciudadanos europeos se van a ver inevitablemente confrontados 
        a un debate político sobre la Constitución. En mayo 2003 
        tendrá lugar la Ampliación a los nuevos estados miembros 
        de Europa Central y, pocos días antes, se pretende cerrar la CIG. 
        En junio, tendrán lugar las elecciones al nuevo Parlamento europeo 
        y en una parte importante de los estados miembros se convocarán 
        referendums sobre la Constitución europea.El movimiento de resistencia en el Foro Social Europeo de Paris-Saint 
        Denis, con su acuerdo en la Asamblea de Movimientos Sociales de movilizarnos 
        el 9 de Mayo del 2004 contra esta constitución, sirve de catalizador 
        para crear una visión conjunta y alternativa de otra Europa posible 
        a la de la UE neoliberal. La tarea de la izquierda alternativa europea 
        es impulsar todos estos debates y contribuir a la confluencia en las luchas 
        de resistencia contra la Europa del Capital de todos los movimientos sociales 
        y sindicales, para poner la bases de una Europa de los trabajadores y 
        los pueblos.
 OTRA EUROPA ES POSIBLE SI TU PARTICIPAS Con tu participación otra Europa es posible frente a esta constitución 
        neoliberal que están diseñando: aquella que garantice los 
        derechos sociales frente al proyecto ¿plutocrático? de las 
        multinacionales y de los bancos.
 
 1-DEMOCRACIA PARTICIPATIVA FRENTE AL PODER ECONÓMICO Y MEDIÁTICO.
 ¿Crees imprescindible que se consulte a todos los residentes de 
        cada territorio, las veces que sea necesario cada año, sobre las 
        principales decisiones políticas y presupuestarias , una vez se 
        haya informado con claridad sobre las diferentes propuestas existentes, 
        y sin que ninguna de ellas reciba trato de ventaja o de favor en su difusión?
 2- Una vida digna requisito imprescindible para la existencia de la democracia/ 
        Sin una vida digna no existe soberanía democrática/Una vida 
        digna para una ciudadanía soberana/ Una vida digna condición 
        necesaria para la ciudadanía/ Sin una vida digna no hay poder popular 
        soberano/ Sin una vida digna no hay ciudadanía ni democracia/
 ¿Crees necesario que, en Europa, para garantizar a la ciudadanía 
        una vida digna, los Estados deberían proporcionar a todos los ciudadanos 
        un empleo estable y un salario mensual neto de 1000 euros ( o el 70% neto 
        del salario medio de cada país ) e idéntica cantidad en 
        la jubilación a los 60 años de edad , para todos aquellos 
        que hayan trabajado 35 años?
 3- El derecho al tiempo libre es el derecho a la propia vida y el medio 
        imprescindible para el ejercicio de la democracia
 ¿Consideras que como consecuencia de los incrementos de la productividad 
        y de los grandes avances en tecnología que se han producido desde 
        que se estableciera la jornada de 40 horas semanales hace ya muchos años, 
        la sociedad europea debe limitar las horas extras y legislar como obligatorias 
        las 35 horas de trabajo semanal, sin reducción de salario para 
        todos los países sin exclusión ?
 4-Contra la discriminación económica en la sanidad: garantizar 
        la ciudadanía es garantizar a todos los ciudadanos por igual el 
        acceso a la sanidad
 ¿Opinas que el sistema de empresas públicas de salud debe 
        estar en condiciones de garantizar la gratuidad completa de sus servicios 
        y de funcionar sin deficiencias ocasionadas por la falta de recursos, 
        y que debe estar en condiciones de ofrecer las mismas prestaciones que 
        ofrecen las empresas privadas de sanidad, a la gente que se puede pagar 
        una sanidad privada’?
 5- Una enseñanza de calidad, derecho de una ciudadanía verdaderamente 
        soberana / Una enseñanza pública de calidad, derecho sin 
        el cual no existe una ciudadanía soberana
 ¿Crees que la enseñanza es un derecho que debe garantizarse 
        en Europa desde los 0 hasta los 18 años, y hasta el acceso a la 
        universidad y demás estudios superiores, para todo aquel que lo 
        desee, y que este derecho ciudadano debe ser garantizado mediante la instauración 
        de una enseñanza pública, laica y gratuita?,
 6-El derecho a la vivienda, un derecho ciudadano básico
 El liberalismo alardea de haber garantizado tanto los pobres como los 
        ricos, por igual, la misma libertad de habitar bajo los puentes; la democracia 
        sostiene en cambio otra noción sobre los derechos inherentes a 
        la ciudadanía.
 ¿Estarías en desacuerdo con que el precio de una vivienda 
        de 60 m cuadrados cueste el equivalente a 10 años completos de 
        tu salario, y que el coste de los servicios de gas, agua, luz y telecomunicaciones 
        suponga un 15% más de tu salario mensual?
 7- SI EL DINERO SE PUEDE MOVER Y LAS PERSONAS NO, la ciudadanía 
        queda sometida al chantaje del capital ¿Te parece necesaria una 
        regulación europea y mundial de los movimientos de capital que 
        garantice que los flujos del capital no afectarán negativamente 
        a las personas ni desestabilizarán las economías productivas? 
        (tasa Tobin )
 8-Universalizar los derechos humanos es la mejor forma de defender nuestros 
        propios derechos de ciudadanos
 ¿Estás de acuerdo con que, en cumplimiento de los acuerdos 
        de la ONU, Europa destine el 0,7% del PIB a inversiones en solidaridad 
        y cooperación con el llamado Sur, y con que repare el colonialismo 
        y la expoliación, al menos con la condonación de la deuda 
        externa a cambio del desarrollo humano?
 9-Un poder político nuevo para una ciudadanía soberana/ 
        Un estado de ciudadanos/ Un estado para la democracia ¿Estas de 
        acuerdo con que Europa sea un libre federación voluntaria, que 
        garantice el derecho de autodeterminación, el desarrollo de todas 
        las lenguas y culturas, y el derecho de ciudadanía a todo el que 
        viva y trabaje en su territorio y que prohíba todo tipo de discriminación, 
        tanto por motivos étnicos como de procedencia geográfica?
 10-LA TIERRA HERENCIA Y GARANTÍA DE LA VIDA FUTURA: SOSTENIBILIDAD 
        YA!
 ¿Priorizamos en Europa la soberanía alimentaria que garantice 
        el medio ambiente y la calidad de los productos con una etiqueta ecosocial 
        , negando la posibilidad de manipulaciones transgénicas y cambiando 
        el modelo energético nuclear por las energías alternativas 
        y el del transporte privado por el colectivo?
 11-Las personas que empujen estas ideas de justicia social y sostenibilidad 
        no deben ser políticos profesionales muy bien pagados (media actual 
        8000 euros) o ligados a las multinacionales cuando dejen el cargo.
 ¿Crees que la ética es un principio básico de la 
        política democrática europea, por lo que ningún salario 
        de cargo político o funcionario podrá ser superior a 3,5 
        veces el salario mínimo, y la rotación, es decir, la vuelta 
        al trabajo sin escamotearlo, es la base para hacer coincidir de una vez 
        lo que dicen con lo que hacen y refundar la confianza en la política?.
 
 12-añadir vuestra pregunta o propuesta
 
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